La energía que transmite Diego Armando Maradona desde el banco de suplentes a sus jugadores es indescriptible. La paciencia con que Alemania construye cada ataque al milímetro es invidiable. El corazón que ponen los chilenos en la disputa de un balón y el coraje charrúa para vencer las adversidades, es digno de reconocimiento.
Empezaron los octavos de final en Sudáfrica 2010 y el mundial empezó a verse con detenimiento. Luego de una primera fase en deuda, por la cantida de goles marcados y algunos resultados inesperados, además de la eliminación del último campeón y subcampeón, el mundial empieza a vivirse jugada por jugada, segundo por segundo.
Hasta la fecha, el Alemania-Inglaterra pinta para ser el mejor partido de la competición, pese al error del árbitro de no haber pitado a favor el gol que logró Lampard. En el otro compromiso, México estuvo bien hasta que otro error de los de negro permitió a Tévez abrir el camino hacia los cuartos de final para Argentina.
Ahora falta ver a Brasil y Chile. Ambos pasaron la primera fase jugando bien. Cada uno a su estilo. Holanda y Eslovaquia no decepcionarán. Por algo los eslovacos eliminaron el sueño italiano de volver al título. Que la fiesta continue.