Amo y señor
Barcelona la tenía clara. Sabía que el empate a cero, o uno, le permitiría levantar el trofeo de campeón. Sin embargo, no puede traicionar su filosofía: ganar a todo equipo que se pare enfrente.
Sin embargo, se encontró ante un Madrid en versión mejorada en relación al año pasado. Atrevido, aunque aún sin contundencia en ataque.
Entonces Iniesta, luego de un magistral pase de Messi, sombreó el balón a Casillas y entonó el primer cántico de gol.
Pero Madrid demostró su mejoría. No se descompuso y repondió con un gol de Cristiano Ronaldo que enmudecía el Camp Nou. Una opción en el arco de Valdés, otra en el de Casillas. Era parejísimo. Barza con su exceso de toques y Madrid osado.
No obstante, la efectividad de los catalanes se impuso. O, más bien, la genialidad. Taco de Piqué dentro del área y Lio Messi, con derecha, marca el 2-1, y fin del primer tiempo.
Barcelona la tenía clara. Sabía que el empate a cero, o uno, le permitiría levantar el trofeo de campeón. Sin embargo, no puede traicionar su filosofía: ganar a todo equipo que se pare enfrente.
Sin embargo, se encontró ante un Madrid en versión mejorada en relación al año pasado. Atrevido, aunque aún sin contundencia en ataque.
Entonces Iniesta, luego de un magistral pase de Messi, sombreó el balón a Casillas y entonó el primer cántico de gol.
Pero Madrid demostró su mejoría. No se descompuso y repondió con un gol de Cristiano Ronaldo que enmudecía el Camp Nou. Una opción en el arco de Valdés, otra en el de Casillas. Era parejísimo. Barza con su exceso de toques y Madrid osado.
No obstante, la efectividad de los catalanes se impuso. O, más bien, la genialidad. Taco de Piqué dentro del área y Lio Messi, con derecha, marca el 2-1, y fin del primer tiempo.
De candela
Marcelo e Higuaín a la cancha, pero todo volvió a ser parejo. Ocasiones desiguales en cada portería. Hasta que Benzema, a nueve del final del partido, igualó el partido.
Aunque la alegría duró poco al Madrid y Mourinho. Seis minutos más tarde, apareció el más odiado por el técnico portugués, otra vez la "Pulga". Toque, pared con Adriano y golazo.
Barcelona alza la mirada, besa el trofeo y olvida la bronca. Es un justo campeón. .
Aunque la alegría duró poco al Madrid y Mourinho. Seis minutos más tarde, apareció el más odiado por el técnico portugués, otra vez la "Pulga". Toque, pared con Adriano y golazo.
Barcelona alza la mirada, besa el trofeo y olvida la bronca. Es un justo campeón. .