jueves, 6 de mayo de 2010

TE ROBARON, TE MATARON

El corazón aliancista ha derramado lágrimas de sangre. De coraje. La impotencia de una mala decisión es desalmada. No tiene perdón absoluto. El reto era único y la hazaña estaba culminada. El sueño de los cuartos de final estaba a la vuelta de la esquina, en la puerta del avión de regreso a Lima y el festejo abrumador en el avión. El hincha blaquiazul empezaba a alardear y esperaba por Flamengo. Un gol en los últimos minutos de "Zlatan" devolvió la fe, lo gritó el Perú. Alianza era único. El mismo que goleó a Estudiantes y demostró un fútbol exquisito, delicioso. Pero una determinación criminal, paró ese corazón. Aquel que había palpitado a mil por hora y se había impuesto en el Monumental de Chile. Disparo de fuera del área de Seymour , el negro Gonzales que desvía el balón con la cabeza, dos hombres de la "U" están claramente adelantados detrás del volante aliancista, y el balón se mete en el arco. Gol. El árbitro lo anula y lo vuelve a cobrar. ¿Qué pasó? No hay vuelta atrás. Con la ayuda de Carlos Vera, árbitro del partido, la "U" de Chile está en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y la frase de siempre. Jugamos como nunca, nos robaron como siempre. Indignación, frustración, mediocre, limitado, ratero.
Pero despega tu mente Alianza. Ponte de pie. No dejes que una decisión arruine tu sabroso juego. No dejes morir ese corazón, que demostró ser uno solo. Ya habrá tiempo para cobrarte la revancha. No llores. Ríete de esa "U" de Chile que, como no pudo nunca alterar tus líneas, te ganó con una ayudita bajo la mesa.

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