miércoles, 17 de marzo de 2010

Físico vs. Técnica

Hoy por hoy el fútbol cambió. Es distinto. Se corre más de lo que se juega. Hay personas que piensan que un buen jugador nace con una técnica envidiable. Otros, sin embargo, piensan que un futbolista que tiene buen resto físico es quien marca la diferencia entre los demás. Lo cierto es que hoy en día-y a buena hora- en el Perú entendimos que el fútbol lo juegan once contra once y no uno contra once. Tal es el caso, por ejemplo, de Johnnier Montaño. Nadie duda que es un grandioso futbolista, distinto, encarador, de buena pegada, de mucha técnica, pero que ante otro jugador que, de repente no posee las mismas habilidades pero que si se entrega al máximo, corre, mete, marca y genera con la pelota durante los 90 minutos del partido, entonces , sus virtudes se ven mermadas. ¿Qué prefiere un técnico? La respuesta es variada. Para unos tener un jugador distinto dentro de un plantel es vital para el funcionamiento del equipo. Para otros, el trabajo en equipo acompañado de una buena preparación física es la clave del éxito. Pero, ¿Por qué no unir ambas condiciones? Siguiendo en el caso de Johnnier Montaño, ¿Acaso no puede correr, meter y mostrar su fútbol pícaro a la vez? El físico y la técnica no son enemigos hasta lo que yo sé. El ejemplo más claro para firmar esta premisa es el juego que viene practicando Universitario desde que Juan Reynoso tomó la dirección técnica del club merengue. Ni bien llegó observó, clasificó y botó lo que-para él- no encajaba dentro de su perspectiva. Así, entre dimes y diretes de toda la hinchada crema, Juan Reynoso tomó la decisión de excluir de sus planes a jugadores que habían sido las piezas claves para el campeonato apertura 2008 de la “U”. Mayer Candelo y Donny Neyra. En lugar de ellos trajo dos jugadores- Rodolfo Espinoza y Renzo Revoredo- que, sin tener la misma capacidad técnica de ambos, fueron indispensables en el título nacional que consiguió la “U” en el 2009. Con el transcurrir de los partidos ya nadie hablaba de Candelo y mucho menos de Neyra. La “U” era un conjunto de trabajadores que presionaban, hostigaban, metían y además generaban fútbol. A más de uno nunca le terminó de gustar el juego que proponía Reynoso porque lo consideraba aburrido, poco vistoso y, además, poco contundente. Lo cierto es que el buen papel que vienen teniendo los clubes peruanos -léase Juan Aurich, Universitario y Alianza Lima- en la Copa Libertadores 2010 se debe a la gran labor física que desarrollaron durante su pretemporada. Esto sumado a la idea de tres buenos técnicos que aspiran a que sus equipos copien lo que hacen los grandes clubes profesionales en el mundo. La técnica es la magia de parar un balón, levantarla, el toque fino, manejar ambos pies por igual, el cabezazo frontal, al piso, esquinado, bajarla de pecho, poner la pelota al suelo, tocar sutilmente, armar paredes, hacer acariciar las redes con el balón. El físico es, en cambio, indispensable para que toda la técnica que posee un jugador no se pierda en veinte minutos de juego. Para que no solo anote un gol sino dos o tres. Ponga cuatro o cinco pases de gol. Ser una estrella. Dar la talla y luchar hasta los noventa minutos por igual. Un futbolista que posea ambas cualidades desarrolladas al máximo es un jugador cuajado. De otro nivel. Un futbolista moderno. Del siglo XXI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario